Como te decía, tu estilo está estrechamente ligado a quién eres por lo que debes empezar haciéndote una serie de preguntas sobre ti, tus gustos, tu trabajo, tu ritmo de vida, aquello que piensas…
- ¿Quién soy? ¿Cómo soy?
- ¿Qué cosas me gustan?
- ¿Qué me hace sentir cómoda al vestir?
- ¿Qué colores te gustan? ¿Qué significan?
- ¿Quién es mi público? ¿Qué quieren de ti?
- ¿Qué quiero transmitir? ¿cómo quiero que me vean?
- ¿Qué crees que te falta para conseguir lo anterior?
Estas preguntas pueden ayudarte a reconectar con tu estilo. Pero si crees que están muy perdida y que no terminas de estar cómoda, te recomiendo hacer un ejercicio que recomiendo a mis clientas cuando comenzamos el análisis de estilo.
Se trata de pensar en 3 adjetivos que te definan. Una vez que los tengas busca imágenes que representen esas palabras, pueden ser lugares, espacios arquitectónicos, películas, etc. Una vez las tengas todas fíjate bien y busca los elementos comunes: qué colores aparecen, qué tipo de líneas y formas, qué texturas y tejidos…
El post de hoy está creado en colaboración con Esther Ramos, asesora de imagen en www.asesoradeimagenmadrid.com