10 mitos sobre las colaboraciones con influencers

1. Un buen influencer es el que tiene muchos seguidores:

El número no es lo importante, sino la calidad de los contenidos y la de los miembros de cada comunidad. Al principio podías reconocer a un influencer por su número de seguidores pero ahora con el overbooking de influencers que nos encontramos y con el hecho de cada vez son más los que se dedican a comprar seguidores, los números ya no son importantes.

Ahora a un buen influencer se le identifica teniendo en cuenta muchos más aspectos como el número de likes, los compartidos, el alcance, los comentarios que reciben, la calidad de su contenido, la implicación que muestra con su cuenta… un influencer con muy poquitos seguidores pero con un buen trabajo detrás podría aportarle muchos más beneficios a tu marca que alguien que millones de seguidores.

2. Si contrato a un influencer se me dispararán las ventas y se me revolucionarán las redes sociales:

Pensar esto es un grabe error que lleva a muchas marcas a creer que las colaboraciones con influencers no le han funcionado. El marketing de influencers es una estrategia que ayuda a las marcas a que se hagan visibles allá donde desean estar pero está visibilidad no tiene porqué traducirse en ventas instantáneas o en un crecimiento inmediato de su comunidad en redes sociales. Todo dependerá del objetivo que te hayas marcado y de que hayas seguido la estrategia correcta para conseguirlo.

3. El influencer pierde credibilidad cuando trabaja con muchas marcas distintas:

Si una persona comparte contenidos que no encajan con sus intereses reales o los de su comunidad de seguidores, se nota y acabará perdiendo credibilidad ante ella. Esa es la clave, pero mientras hable de marcas que vayan acorde a su estilo de vida y al de sus seguidores no importan con cuántas marcas haya colaborado ya siempre habrá un hueco para otras marcas porque igual que el mercado es enorme y variado, los seguidores del influencer también.

Otra cosa es que un influencer en concreto sea embajador de una marca de tu competencia directa o colabore con marcas de tu competencia muy frecuentemente… ese es otro tema y si se da esa situación deberás barajar muy bien los pros y los contras para saber si te interesa meterte por medio.

4. Al influencer le pagas por escribir o subir fotos:

Escribir un buen copy acorde a los mensajes de tu marca lleva tiempo, preparar las imágenes perfectas también pero tú no le pagas solo por eso. Le pagas por el poder de influencia que tiene sobre un grupo de personas que son clientes potenciales tuyos y por la reputación que se ha ido trabajando con el tiempo. Estarás más de acuerdo o menos pero la realidad es que los influencers se les paga porque es su trabajo. Debemos ver el trabajo del influencer como una de las nuevas profesiones nacidas bajo el paraguas de la explosión de las redes sociales y la transformación digital de las empresas.

5. Colaborar con influencers es tan sencillo cómo enviarles producto:

Colaborar con influencers no es simplemente una acción más, una táctica. Es justo, al revés, es una estrategia. Por ello es fundamental que para las colaboraciones con influencers funcionen previamente se haya desarrollado un plan con una estrategia que empieza por entender los objetivos de la marca y los motivos que le han llevado a trabajar con influencers para así poder encontrar al perfil más adecuado para la marca, una estrategia que tenga en cuenta los valores de la empresa y que piense en el público al que se dirige para posteriormente poder desarrollar un conjunto de acciones. El error de muchas marcas es pensar que el márketing de influencer es escoger al azar a un influencer con muchos followers y que éste hable en las redes sociales de su producto.

6. Los influencers son todos iguales, cualquiera me sirve para mi marca:

Elegir al influencer ideal pasa por contar con alguien que encaje con la filosofía de la marca, que tenga un historial intachable que no contradiga los valores de la firma, que su audiencia coincida con el público objetivo de al que se quiere llegar, que este en un momento de su vida en el que por alguna razón unos productos o servicios puedan interesarle más que otros… hay un sinfín de factores a tener en cuenta y por ello es necesario realizar un estudio previo en profundidad.

7. Hay marcas no tienen recursos suficientes para hacer marketing de influencer:

Partir de esta premisa nos corta las alas. Pensar que los influencer cobran miles de euros por un post es algo irreal porque cada caso es un mundo, ni todos cobran lo mismo, ni es lo mismo un post que una campaña de publicidad en redes sociales. Lo más recomendable es hacerlo de la mano de un experto que te ayude a encontrar la estrategia más adecuada para tu marca en función del momento en el que se encuentre tu negocio, de tus objetivos y de tus recursos y sobre todo que se preocupe porque la tarifa del influencer sea justa y el valor invertido retorne multiplicado.    

8. El retorno de la inversión tiene que medirse en dinero:

El retorno sobre la inversión puede y debe medir muchos parámetros, no solo el gasto y lo que hemos facturado después de la campaña. Lo primero es pensar y considerar cuáles son los KPIs más relevantes de la campaña. Hay que valorar el crecimiento de la comunidad, el índice de respuesta, el sentimiento generado, si hemos alcanzado la audiencia deseada, si la credibilidad de nuestra marca se ha visto aumentada, así como la notoriedad entre otras muchas cosas.

9. Los influencers están destinados a los millennials y a la Generación Z:

Los jóvenes no son los únicos que utilizan las redes sociales y no son los únicos que siguen los pasos de los influencers. Muchas personas de distintas edades encuentran en el influencer una fuente de credibilidad a través de la cual conocer nuevos productos. Por ello, una marca cuyo público sean los mayores de 40 años puede utilizar el márketing de influencer de forma efectiva. De nuevo, la clave está en elegir a una influencer cuya audiencia coincida con el público objetivo de la marca.

10. El contenido de una campaña con influencers tiene que ser igual para todas las redes sociales:

Otro gran error es pensar que el contenido que prepara el influencer para la marca tiene que ser igual para todas sus redes sociales. En cada una de ellas podemos encontrar un público distinto y con gustos diferentes, acostumbrado a interactuar de manera diferente, de tal manera que el contenido que se cree se deberá de comunicar de forma distinta, ajustándose a las características de cada red social y por lo tanto a cada tipo de público.